A través de las vibraciones y sonidos de los Cuencos Tibetanos y el Gong se trabaja sobre el equilibrio mental y emocional, tanto a nivel celular y cerebral como a nivel físico sobre bloqueos energéticos, en que el dolor suele ser la expresión más habitual del cuerpo ante esos bloqueos.
Todo vibra, todo es energía y vibración, así es como está conformado el universo y nosotros mismos. Por lo que si no vibra, no fluye bien la energía, aparecen los bloqueos o desafinamientos energéticos y emocionales, traducidos en enfermedades físicas, y por lo tanto no hay armonía. Estos bloqueos pueden darse tanto si tenemos exceso de energía como si carecemos de ella.
Las ondas vibracionales y sonidos armónicos de estos instrumentos penetran en nuestro interior y, sobre todo, en aquellas zonas que más necesita equilibrar y armonizar por resonancia de nuestra propia vibración personal. Cada uno de nosotros tenemos una vibración única y específica y los diferentes cuencos aportan esa sintonía específica con la que tu cuerpo necesita armonizarse. No hay cuenco igual y cada uno suena diferente a los demás y cada uno aporta sus tonos y sobretonos únicos. Mediante las frecuencias sonoras pueden modificar el funcionamiento de un ser vivo, sanarlo y, por ende, mejorar el cuerpo humano.
Adicionalmente, el sonido es una onda portadora de conciencia, la cual lleva información a la persona que lo reciba, desencadenando emociones muy profundas que vienen a liberar algo, posiblemente algo enquistado y que no favorece nuestra salud y bienestar.
Este tipo de terapia de sonido aporta multitud de BENEFICIOS; podríamos decir que es como una medicina natural sin efectos secundarios:
- Equilibra el sistema nervioso, potenciando el sistema nervioso parasimpático, que es el que nos mantiene en calma.
- Fortalece el sistema inmune
- Equilibra los hemisferios cerebrales, el intuitivo con el analítico y viceversa
- Equilibra el sistema endocrino
- Alivia los dolores de cabeza y las migrañas
- Mejora la concentración y la creatividad
- Alivia la ansiedad
- Disminuye la sensación de estrés
- Logra llevarte a estados de relajación profunda, mejorando la calidad del sueño
- Aumenta el estado de ánimo
- Ayudan a la persona a conectar con su cuerpo
- Aporta estados de paz y meditación muy profundos
Si nos entregamos con apertura y plena atención a los sonidos y nos ponemos al servicio del instrumento musical, los efectos sanadores se dan inmediatamente. Antes de formar parte en este tipo de terapias es sugerible estar preparado para ir sin expectativas, dejarse llevar por el sonido y mantenerse neutro y preparado a recibir. Si realmente nos lo ponemos fácil y solo cerramos los ojos y nos dejamos llevar por el poder de los sonidos de los Cuencos Tibetanos y Gong…la magia está asegurada.
Te dejo una meditación de Cuencos Tibetanos para aliviar el estrés y conectar con la Naturaleza.
¡Espero que la disfrutes!