No es nada nuevo, ya desde tiempos ancestrales se sabe que la música y la emisión de sonidos evocan a la emoción e intensifican los estados de ánimo. Hoy en día, ciertos sonidos nos ayudan a bajar las revoluciones de nuestro día a día tan ajetreado, disminuyen nuestro estrés, nos vuelven a estados de calma e, incluso, afloran de nuevo nuestra capacidad de intuición. Y es que de esto se trata cuando queremos establecer un vínculo afectivo y respetuoso con nuestro caballo.
Los animales son seres que, a pesar del paso de los años y de la convivencia con los humanos, mantienen su origen como ser y sus percepciones en un estado puro y neutro, sintiendo lo que les sucede en su entorno en vez de analizando eso que sucede.
Con los Cuencos Tibetanos queda reflejado y constatado la efectividad de sus sonidos en los diferentes cuerpos sutiles (físico, mental, emocional, espiritual, intuitivo, celestial y causal) como en los centros energéticos (raíz, sacro, plexo solar, corazón, garganta, tercer ojo, corona), los cuales absorben la energía del entorno y la transporta a las células, órganos y tejidos del cuerpo.
La emisión del tipo de sonidos que producen los Cuencos Tibetanos se adentra en nuestro interior en forma de frecuencias recogidas por nosotros en función de las cuales carecemos, incluso produciéndose modificaciones en el funcionamiento del ser vivo, sanando y mejorando sus funciones. Así, un concierto de Cuencos Tibetanos, con la propagación de ondas armónicas naturales y el tipo de frecuencia que emiten pueden tener profundos efectos positivos sobre el cuerpo celular y la conciencia de un ser vivo, en este caso de las personas y de los caballos. Son capaces de transportarnos a estados de conciencia (beta, alfa, theta, delta) que proporcionan intensa quietud (alfa y theta) y en que las hormonas del bienestar (serotonina, endorfina, dopamina, oxitocina), que son los neurotransmisores que se generan en el cerebro o los diferentes órganos del cuerpo, empiezan a hacer su función y nos proporcionan multitud de beneficios sanadores. Aunque hoy nos centramos en los beneficios para humano y equino, como serían:
*Eliminan tensiones emocionales
*Equilibran los Chakras
*Alivian tensiones corporales
*Estimulan la circulación sanguínea, los nervios y los músculos
*Favorecen la calma y bienestar
*Potencian la sincronización de ambos hemisferios cerebrales
*Relajan los micro músculos faciales, oculares y mandibulares
*Potencian habilidades tales como la tranquilidad y la paciencia
*Afloran el sentido intuitivo
*Intensifican nuestra información sensorial (tacto, olfato, oído, vista)
*Infieren sobre el estrés, las frustraciones, la fatiga, la depresión, la tristeza y la ansiedad
*Equilibran las emociones y ayudan con bloqueos y traumas atrapados en el inconsciente
*Recargan la energía como lo harían varias horas de sueño
*Actúan ante bloqueos mentales y/o emocionales
*Propician la recuperación de fracturas óseas, lesiones musculares, cicatrizaciones, oxigenación del sistema circulatorio, regeneran neuronas y estimulan el sistema nervioso parasimpático (el que lleva a la calma)
*Resuelven problemas de comportamiento como temores, miedos, fobias, agresividades
*Sanan heridas del pasado como traumas, maltratos, abandonos
Que mejor manera que encontrar nuestra calma y ayudar a que los caballos que habitan con nosotros, en nuestro mundo humano, encuentren su calma; la unión de ambas, nos aporta vínculo y conexión al aprender a estar, observar, intuir, interactuar, escuchar, recibir y dar. En armonía, en paz, aceptando tu responsabilidad hacia el caballo y la de él hacia ti, dejando aflorar miedos e inseguridades escondidas y decidir superarlos a través del sonido, del sentir, del amor incondicional y la aceptación del no juzgar. Sin manipulación ni contacto físico, dejando que las ondas, sobretonos y vibraciones hagan su función y efecto.
Si estás dispuestx a atravesar las resistencias y profundizar en tu dolor, lo estarás haciendo al mismo tiempo con tu caballo. Querrá estar contigo por lo qué tu eres y por cómo eres, estará más motivado a colaborar en tus peticiones, te ofrecerá mayor rendimiento en los entrenos, disfrutará tu presencia tolerando tus días «grises», se transformará en tu compañero y terapeuta de vida.